El proceso de convertir el almidón en jarabe de maltosa Mediante hidrólisis enzimática implica descomponer las moléculas de almidón en azúcares más simples, principalmente maltosa, utilizando enzimas. Este proceso se utiliza comúnmente en la industria alimentaria para producir edulcorantes y jarabes. Estos son los pasos clave involucrados:
Selección de Materia Prima: El proceso comienza con la selección de una fuente de materia prima rica en almidón. Las fuentes comunes incluyen maíz, arroz, trigo y patatas. Estas materias primas se limpian y preparan para su posterior procesamiento.
Extracción de almidón: el almidón se extrae de la materia prima mediante una serie de pasos como molienda, lavado y separación. El objetivo es obtener una suspensión concentrada de almidón.
Gelatinización: la suspensión de almidón se calienta a una temperatura específica, lo que hace que los gránulos de almidón se hinchen y absorban agua. Este proceso se conoce como gelatinización y hace que el almidón sea más susceptible a la acción enzimática.
Licuefacción: la suspensión de almidón gelatinizado se somete luego a hidrólisis enzimática, normalmente utilizando una enzima llamada α-amilasa. La α-amilasa escinde las moléculas de almidón en cadenas más cortas de glucosa, maltosa y otros oligosacáridos. Este paso se conoce como licuefacción.
Inactivación por calor: después de lograr el grado deseado de licuefacción, la reacción generalmente se detiene calentando la mezcla para desactivar la enzima. Este paso es crucial para prevenir una mayor actividad enzimática.
Sacarificación: la suspensión de almidón licuado, que ahora contiene cadenas de almidón más cortas, se somete a una segunda ronda de hidrólisis enzimática. En esta ocasión se utilizan enzimas como la glucoamilasa (también conocida como amiloglucosidasa). La glucoamilasa hidroliza específicamente las cadenas de almidón restantes en maltosa y glucosa.
Tratamiento térmico y filtración: el jarabe producido después de la sacarificación puede someterse a un tratamiento térmico adicional para desactivar las enzimas y garantizar la estabilidad del producto. Luego, normalmente se filtra para eliminar cualquier partícula o residuo insoluble.
Concentración: El jarabe de maltosa se puede concentrar mediante evaporación u otros métodos de concentración para lograr el contenido de sólidos deseado.
Purificación: Dependiendo de la aplicación, el jarabe de maltosa puede someterse a pasos de purificación adicionales para eliminar impurezas o compuestos no deseados.
Envasado y almacenamiento: El jarabe de maltosa final se envasa en recipientes adecuados y se almacena para su distribución y uso en diversos productos alimenticios y bebidas.
El proceso de hidrólisis enzimática para convertir el almidón en jarabe de maltosa se basa en la acción controlada de enzimas específicas para descomponer las moléculas de almidón en maltosa y otros azúcares. El jarabe de maltosa resultante se puede utilizar como edulcorante, ingrediente alimentario o sustrato de fermentación en diversas aplicaciones, incluida la producción de dulces, bebidas y productos horneados. El proceso permite un control preciso sobre el dulzor y la composición del almíbar.