polvo de glucosa es una de las alternativas más utilizadas al azúcar granulada en muchos productos alimenticios. Tiene un sabor ligeramente dulce y se puede añadir a postres, bebidas y frituras.
Se recomienda utilizar glucosa en polvo en una receta por varias razones. En primer lugar, suaviza el producto y ayuda a retener líquidos. En segundo lugar, previene la formación de cristales, lo que ayuda a prolongar la vida útil de sus productos horneados. Por último, permite una fritura más rápida sin aceite.
A diferencia de los azúcares como el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, la glucosa es una sustancia no irradiada, apta para kosher y sin gluten. Además es muy soluble, por lo que no deja sedimentos en el plato.
La glucosa se puede adquirir en farmacias o tiendas online. Debes buscar una marca que no tenga grumos, decoloración ni sabores artificiales. Asegúrese de almacenar el polvo en un recipiente hermético.
La glucosa es una excelente fuente de energía. Cuando se ingiere, aumenta rápidamente el nivel de azúcar en sangre. Durante el ejercicio aporta hidratos de carbono a los músculos. También se utiliza como tratamiento para la hiperpotasemia y los niveles muy bajos de azúcar en sangre. Sin embargo, no es tan dulce como otras formas de azúcar.
La glucosa es un azúcar simple abundante que se deriva del maíz. También se utiliza para aumentar el contenido de azúcar en muchos productos. Por ejemplo, se utiliza en helados, mermeladas y dulces.