Jarabe alto de fructosa Es el principal edulcorante en la mayoría de los alimentos procesados. Está elaborado a partir de una combinación de glucosa y fructosa. Su popularidad se debe a su bajo precio, disponibilidad y alta estabilidad térmica.
Aporta cuatro calorías por gramo, al igual que la sacarosa y otros azúcares. Sin embargo, no hay evidencia de que contribuya al aumento de peso más que otros edulcorantes calóricos.
Es una alternativa más barata al azúcar.
El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa es una alternativa más económica al azúcar y se puede encontrar en la mayoría de los alimentos y bebidas. Se utiliza como edulcorante y conservante natural. También ayuda a conservar la textura de las frutas y verduras enlatadas. También se encuentra en una variedad de productos cárnicos para ayudar a conservarlos.
El JMAF se produce a partir del maíz, que puede cultivarse a un precio más económico que la caña de azúcar o la remolacha azucarera. Este menor costo lo convierte en el favorito de los fabricantes, restaurantes, panaderías y otras empresas. También es menos costoso de transportar que el azúcar, lo que aumenta su popularidad.
Sin embargo, el JMAF está relacionado con mayores niveles de obesidad y resistencia a la insulina. Hace que aumente el azúcar en sangre, lo que provoca un aumento del apetito y una disminución de la leptina, la hormona que indica que está lleno. También se convierte fácilmente en grasa. Evitar el JMAF y los azúcares añadidos en general es una de las mejores formas de mejorar su salud.
Es un conservante natural.
El jarabe de maíz alto en fructosa es un conservante natural que ayuda a que los alimentos se mantengan frescos por más tiempo. También añade sabor a los productos y proporciona una textura más firme. Su propiedad higroscópica también ayuda a prevenir quemaduras por congelación en alimentos congelados.
El JMAF se elabora a partir de almidón de maíz, que es una serie de moléculas de glucosa unidas. Luego es procesada por enzimas para separar parte de la glucosa en fructosa. El resultado es similar al azúcar de mesa, que se elabora a partir de caña o remolacha.
Sin embargo, consumir demasiada fructosa puede provocar varios problemas de salud. El exceso de fructosa puede aumentar la resistencia a la insulina, lo que provoca aumento de peso y un mayor riesgo de diabetes. También puede estimular la producción de ácido úrico, lo que puede provocar gota.
La mejor manera de limitar el consumo de fructosa es evitando los refrescos y otras bebidas altamente procesadas. En su lugar, elija una variedad de frutas y verduras. Son ricos en vitaminas, minerales y fibra dietética.
es un estabilizador
El JMAF se elabora a partir de maíz y contiene más fructosa que el azúcar de mesa común. A menudo se utiliza en alimentos procesados para añadirles dulzura y estabilizarlos. También es mucho más barata que la sacarosa, que proviene de la caña de azúcar o de la remolacha. Por eso se convirtió en el edulcorante predominante en Estados Unidos en los años 1970.
De hecho, el JMAF ni siquiera es un producto natural. En realidad, se fabrica mediante el uso de enzimas para descomponer el almidón de maíz. La glucosa resultante se convierte luego en fructosa mediante una acción enzimática adicional. Luego se mezcla con jarabe de maíz puro (100 por ciento de glucosa) y se usa para endulzar alimentos y bebidas.
Si bien el JMAF es un sustituto económico de la sacarosa, tiene muchos efectos negativos para la salud. Se sabe que la fructosa aumenta los triglicéridos en la sangre, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otras afecciones cardíacas. También estimula la producción de ácido úrico, que puede provocar gota. Además, se ha relacionado con el aumento de peso y la diabetes tipo 2.
es un edulcorante
La fructosa es un azúcar simple que se encuentra naturalmente en frutas, miel y verduras. Se ha consumido durante siglos en muchos alimentos que todavía consumimos hoy. El jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF) es un edulcorante elaborado mediante procesos enzimáticos a partir de almidón de maíz. Se utiliza más comúnmente en refrescos, pero también se encuentra en otros productos como mermeladas y cereales. Los tipos más comunes de JMAF contienen 42% o 55% de fructosa, en comparación con la mezcla 50/50 de glucosa y fructosa del azúcar de mesa.
Se ha culpado al uso de JMAF por las crecientes tasas de obesidad en Estados Unidos. Pero estudios recientes demuestran que no es peor que otros azúcares.
El JMAF se encuentra en muchos alimentos envasados que generalmente no se consideran endulzados, incluidos aderezos para ensaladas, yogur, galletas saladas, mantequillas de nueces, frijoles horneados, salsa de tomate enlatada y puré de manzana. Es importante leer las etiquetas para evitar alimentos que contengan JMAF. Los fabricantes deben enumerar los ingredientes en orden de concentración, por lo que el JMAF suele aparecer cerca de la parte superior.
